
Los universos danzoneros
A veces, creemos que la forma en que vivimos el danzón es universal, pero no lo es. Cada comunidad de danzoneros es un mundo único, con sus propios valores, sueños y realidades. Todos compartimos el lenguaje del danzón, pero las diferencias en cómo lo vivimos son el reflejo de nuestra diversidad cultural y la fuente que enriquece al danzón y a cada uno de nosotros.
Desde el año 2005, una semilla de pasión danzonera floreció y comencé a dar clases de danzón. Mi grupo se llama: Patio del Danzón, (porque comencé a dar clases en el patio de una de las escuelas mas antiguas de Monterrey; La Escuela Lázaro Garza Ayala, ahora Museo del Noreste).

El cambio es la única constante
Más que una academia, El Patio del Danzón es un laboratorio vivo, un taller en constante metamorfosis que ha crecido y respirado al ritmo de mis propios pasos a lo largo más de 20 años. Aquí, el danzón se convierte en una alquimia compartida, un espacio donde quienes eligen caminar con nosotros no solo aprenden a bailar, sino que exploramos y evolucionamos juntos.
Respetamos todos y cada uno de los diferentes estilos de danzón, ya sea en México, Cuba o cualquier rincón del mundo, pero nuestro Patio late con una filosofía propia que se traduce en nuestras dinámicas de enseñanza. Si buscas una comunidad donde el baile es un acto de libertad, reflexión y encuentro, este es tu lugar.

La escencia
de nuestro
danzón
1. El danzón y sus posibilidades infinitas
Creemos que el danzón es infinito y se despliega en miles de formas. Es un lienzo que se puede habitar:
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En pareja: Con o sin un compañero fijo, ni la limitante de un género preestablecido. Aquí, la conexión es el único requisito. Las parejas son un diálogo entre dos personas, cualesquiera que estas sean.
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En la individualidad: La música te encuentra en tu propio centro.
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En comunidad: La pista como un abrazo colectivo que nos une.

3. Guiar y Seguir: La Danza de la Equidad
Desde hace dos décadas comparto el arte de bailar danzón, pero hoy mi esfuerzo se concentra en desdibujar las fronteras de los roles. Hombres y mujeres, podemos explorar el rol de guía y de seguidor por igual.
Esta dinámica no solo crea ambientes de baile más dinámicos y fluidos, sino que es nuestra pequeña trinchera de empoderamiento. Nos permite construir una comunidad donde las relaciones son equitativas y la pista es un espejo de la igualdad que anhelamos en la vida.
Raíces y expansión
Raíces y Expansión: Nuestra Historia
Desde el 2021, mi danzón ha tenido eco más allá del Patio del Danzón. He tenido la fortuna de colaborar con bailarines de danza contemporánea quienes ahora son maestros de danzón en los Centros Comunitarios de San Pedro Garza García, una fusión apasionante que nos permite multiplicarnos y llevar el danzón a nuevos horizontes.

Mis primeros maestros
La pasión por el danzón en el norte de México
El Grupo Patio del Danzón nació en 2005 de un fuerte impulso creador. Llevaba conmigo las enseñanzas de danzón académico de mis queridos maestros en el Grupo de Danzón Monterrey, Edmundo Ruiz y Gloria Lerma.
Al mismo tiempo, resonaba en mí la libertad y flexibilidad que había vivido en Tijuana con la maestra Leticia Almanza. A ellos mi eterno agradecimiento por su entrega, generosidad y cariño.
El Patio fue, desde su inicio, el deseo de fundir lo mejor de esos dos mundos y crear una comunidad diferente en Monterrey.
Agradezco profundamente también a Blanca Alicia Esparza y Miguel Velasco por haber compartido el aliento inicial de este proyecto. Si bien el camino nos ha llevado por diferentes rumbos, su contribución es parte de esta historia. Tras mi divorcio de Miguel en 2017, el Patio del Danzón continuó danzando, evolucionando y floreciendo.

En esta parte de mi proceso, desde mi individualidad, sin pareja de baile fija, encuentro en el danzón una nueva forma de plenitud, bailando más en el rol de guía o seguidor de manera indistinta y compartiendo mi baile y explorando nuevas posibilidades.
A mis maestros, y a quienes compartieron mis primeros pasos, mi gratitud por las raíces. El Patio del Danzón ha recorrido un largo camino, y estoy convencida de que lo mejor, está por venir.

